Muchos Ăbamos cansados. Ya estábamos llegando al kilĂłmetro 7 cuando de pronto aparece una tremenda subida (para los que conocen Cali, estábamos subiendo hacia el cerro de San Antonio).
Después de haber fumado durante 26 años para mi esta carrera de 10Kilometros era muy importante pues era una demostración de autoliderazgo, de perseverancia, de persistencia, de fuerza de voluntad y mucha cabeza (control de la mente). Significaba que ya estoy listo para nuevos retos y que sean mucho mayores.
Justo antes de la subida alcancĂ© a una mujer que evidentemente iba tan agotada como yo. Ambos estábamos dando nuestro mayor esfuerzo y seguĂamos paso a paso hacia nuestra meta. Al tratarse de una carrera, mi primera reacciĂłn fue mirar hacia el frente y acelerar el paso pero luego recordĂ© una frase de mi amigo John Maxwell: “De quĂ© sirve cruzar la meta si la cruzas solo. Es preferible llegar despuĂ©s pero acompañado.”
¡ AhĂ lo entendĂ ! PodrĂa seguir corriendo y llegar antes o podrĂa ayudar a alguien y ser aĂşn más feliz. OptĂ© por la segunda. TomĂ© la silla de ruedas de mi compañera de carrera y empecĂ© a empujar cuesta arriba. Paaaso !!! Paaaso!!! Los demás corredores se hacĂan a un lado mientras pasábamos. Al llegar a la cima le di una palmadita en la espalda y le dije “Gracias por permitirme ayudarte. Fue lo máximo” Nos miramos a los ojos y sonreĂmos y cada cual siguiĂł su carrera. Yo ya habĂa ganado y era feliz!!! Ahora solo me quedaban poco más de 3 kilĂłmetros para llegar a la meta.
Eso pasa cuando te ocupas de tu metro cuadrado…
Mi participaciĂłn en esta carrera nunca habrĂa sido posible si Nico, mi hermano y Lina y Emilito no se hubieran confabulado para matricularme en un proceso de hipnosis para dejar de fumar. A ellos mi eterna gratitud.
Gracias también a Andrés Azcárate quién me enseñó la delicia que es correr y a Maria Paula Wolff quién me mostró que ya estaba listo para correr los 10K.
Para lograrlo, la motivaciĂłn permanente de Victor Gomez, de Juan MartĂn Noreña y del Mono Meyer fue fundamental.
Una buena parte del mérito de quién soy hoy corresponde a mis dos entrenadores personales Armando Galeano y Mauricio Osorio.
A todos ellos mil gracias por ayudarme a ser una mejor persona.