A pesar de que el bus del colegio pasa por enfrente de la casa, desde hace muchos años Lina y yo tomamos la decisión de llevar y recoger a Emilio en el colegio. Lina lo lleva por la mañana y yo lo recojo en las tardes. Es una labor un poco compleja pues requiere de mucha organización de nuestra parte para que resulte bien y podamos estar dejándolo y recogiéndolo a las horas adecuadas; pero la recompensa es enorme.
En esos ratos hablamos y ahí es donde sabemos qué le gusta, quién le gusta, si la comida del restaurante del colegio esta rica, cuál es el siguiente negocio que quiere montar y todas aquellas cosas que hacen parte de su mundo. Es el momento que él aprovecha para hacer todo tipo de preguntas. Algunas sencillas como ¿Cuál es el origen de la vida? o ¿Para qué sirven los impuestos? o ¿Puedo comprar acciones con mis ahorros del banco? Estas son las preguntas que nos hace a los 11 años y nos sorprende a cada momento…
Aunque debo organizar mi tarde en función de recogerlo y servirle de chofer, es uno de los momentos más preciados que tengo en mi día y algo que me hace sentir como un verdadero millonario. Dentro de unos años, a Emi no le importará si yo gané unos pesos más o unos pesos menos por las tardes pero nunca se le olvidará que cada día al salir del colegio ahí estaba su papá esperándolo para pasar la tarde juntos. En unos pocos años será un adolescente y no querrá saber nada de sus papás (es apenas normal) En ese momento reorganizaré de nuevo mi agenda y trabajaré de corrido toda la tarde. Por ahora, aprovecho la oportunidad que tengo de disfrutarlo al máximo.
Dentro de unos años, a Emi no le importará si yo gané unos pesos más o unos pesos menos por las tardes pero nunca se le olvidará que cada día al salir del colegio ahí estaba su papá esperándolo para pasar la tarde juntos.
Uno de los sitios que más disfrutamos con Lina y Emi es el parque donde hacemos ejercicio. Buena parte de mi agenda semanal se desarrolla allí pues es el lugar donde Emi juega fútbol y nada por las tardes después del colegio. Mientras que él está en su entrenamiento, yo aprovecho para hacer ejercicio. A veces troto, a veces nado y a veces voy al gimnasio. Regularmente, Lina y yo nos encontramos en el gimnasio después de las 6 y hacemos un rato de ejercicio juntos. Es un verdadero placer.
Lo que más risa me causa es imaginarme lo que deben pensar algunas de las personas que están en el parque por las tardes. Deben pensar que soy un mantenido bueno para nada o que soy un millonario sin más plan que ir a pasar la tarde en el parque. De solo imaginarme lo que especulan me muero de la risa… Lo que ellos no saben es que todo hace parte de un plan de vida muy intencional. Pasar tiempo con mi hijo mientras que él me lo permita hace parte de mis metas. Estar haciendo ejercicio a las 4:30 de la tarde mientras que las demás personas están en las oficinas me genera una sensación de riqueza y libertad que no son descriptibles. Hay que vivirlo en carne propia para entender la sensación. Claro que para lograrlo me esfuerzo en ser muy eficiente en la forma en que trabajo durante las mañanas. Me concentro en hacer lo realmente importante y en trabajar organizadamente para que logre terminar todo el trabajo que hay por hacer.
TAREA
Cuando usted voluntariamente decida dar el paso de ir a vivir a una ciudad intermedia, tendrá que entender que seguramente su nivel de ingresos se va a ver afectado comparado con los ingresos que tiene actualmente. Su tarea en este caso es no preocuparse.
Entienda que el costo de vida en esa ciudad intermedia seguramente será muy inferior al que viene acostumbrado. Los servicios serán más baratos, el mercado será más económico, el arriendo con certeza será inferior. Creo que me entiende la idea… No se preocupe por una disminución de su salario, alégrese de una mejora en su calidad de vida.